Nic es levantador de pesos, tanto en el gimnasio como en casa.

«He levantado bolsas pesadas y he subido grandes maletas por las escaleras... todo con la TASKA. Me ofrece la confianza de saber que no necesito ser especialmente delicado con el sistema. Cuando transportaba cajas pesadas de un lado a otro, siempre me preocupaba que los dedos se rompieran... ¡pero han resistido perfectamente!»

Durante dieciséis años, Nic no utilizó ninguna prótesis.

«Mi primera mano fue una mioeléctrica en 1994, cuando tenía unos dos años. La odiaba. Nunca practicaba y prefería no llevarla. Luego, un día, me pellizqué una pierna y me costó liberarla. Así que creo que no volví a utilizarla nunca más después de aquello. Desde entonces, he crecido casi completamente sin prótesis. No tengo problema en hacer la mayoría de las cosas».

Para Nic, su TASKA ha contribuido a mejorar su estilo de vida activo. De tres maneras:

1. Ayudarle con la sobrecarga de un lado de su cuerpo.

«El principal motivo por el que quería una nueva prótesis, por encima de todo, era para evitar lesiones por sobrecarga. El uso excesivo de mi lado izquierdo para todo afecta a la simetría muscular, a la alineación de la columna y a la salud articular. Llegué a un punto en que mi brazo derecho era la mitad que mi brazo izquierdo, y mi hombro izquierdo estaba destrozado por cargar la mayor parte del peso».

«El hecho de poder confiar en la TASKA para manejar la mayor parte de la carga, de manera uniforme, es una gran baza para mantenerme en forma y saludable a largo plazo».

2. Hacer algunas tareas con ambas manos con mayor facilidad.

«Por lo general, hacer dos cosas a la vez es mucho más fácil. Por ejemplo, puedo llevar fácilmente mi maleta al aeropuerto con la prótesis mientras preparo la tarjeta de embarque en el teléfono con la otra mano. Del mismo modo, puedo llevar una bolsa y buscar las llaves en el bolsillo al mismo tiempo, sin tener que dejar primero algo en el suelo».

Luego estaba el estrés de manipular platos, bebidas y cubiertos en comedores o cafeterías.

«Sujetar un plato con el brazo y servirme comida era arriesgado (¿se me caerá algo?) y necesitaba, o bien equilibrar el plato en el brazo, sujetarlo contra el pecho (generalmente manchándome la ropa) o dejar las cosas en un lugar y hacer varios viajes. Era lento y eso resultaba incómodo. ¡Nunca más! Las fiestas de tipo cóctel donde la gente está de pie comiendo directamente del plato son ahora mucho más sencillas. Puedo llevar dos bebidas desde la barra para mi mujer y para mí, de una vez, sin derramar nada».

3. Ayudar a los demás a asumir su diferencia de extremidades con la misma confianza que Nic.

«La gente me para por la calle cada día para decirme lo fantástico que es mi nuevo brazo. ¡Es una locura! Otras prótesis se parecen más a un dispositivo médico, mientras que la TASKA parece recién sacada de una película de ciencia ficción. Creo que eso contribuye a que las personas quieran saber más: me preguntan cómo la muevo y me piden que les estreche la mano».

Nic siempre ha sido una persona muy segura de sí misma y cree que su TASKA le permite infundir confianza a los demás.

«Creo que utilizar la TASKA ha sido la mejor manera para que OTRAS personas comprendan la seguridad que tengo en mí mismo».